Es una pedalera que respira contigo, que transforma cada nota en algo más grande. No colorea: pinta paisajes enteros.
Es como si tu guitarra hablara en otro idioma, uno hecho de niebla, luz y recuerdos.
No lo usas. Lo escuchas. Y te adaptas.
Difícil explicar con palabras… pero si compones desde el corazón, este pedal te va a entender.