Por el precio que tiene está bien porque es fuerte y bastante estable y no resbala en el suelo ni se desplaza con el movimiento de tocar la batería, pero si pretendes practicar durante una hora tu cuerpo no te agradecerá haver comprado este sillín. Es tan duro que al cabo de poco rato cargas tensión en toda la parte baja de la espalda y acabas con dolores por todas partes si sigues practicando con él. Además, con el paso de 3 años de uso, su aparente fortaleza ha ido mermando, ya que un intento de cambiar su altura al cabo de tanto tiempo manteniendo la misma, ha provocado la ruptura de la palomita que permite ajustar la altura después de girar el sillín hasta la altura adecuada.
Es mejor invertir en un sillín de gama media ya de inició, que dura más tiempo y ahorra muchos dolores y preocupaciones, que no comprar uno como éste que puede servir para empezar si se acompaña con un cojín más blando, pero que va aa acabar siendo sustituido por otro mejor al cabo de un tiempo.