Instrumento modesto con apariencia de juguete. Un buen primer paso para que los más pequeños, con un pequeño desembolso, se aproximen al aprendizaje de la flauta travesera desde la flauta dulce.
Se sujeta como la travesera (sin el problema de la longitud de éste instrumento) y puede empezarse a practicar con la embocadura y la digitación de la flauta dulce para, una vez dominado este paso, cambiar la boquilla y aprender a "soplar/sonar" con la embocadura de la travesera.
De construcción cuidada, sonido cómodo (al menos en la primera octava) y fácil de manejar y limpiar.