3. Potencia
La potencia de los modernos amplificadores de teclados puede alcanzar hoy en día hasta la impresionante barrera de los 400W. Mientras amplificadores con bastante menos de 50W ejercen más bien de tranquilos acompañantes para sesiones de práctica o en moderados ensembles Jazz/Acoustic/Folk, si se dispone de 100/150W en adelante, hay presión suficiente en la caja para hacerse oír entre bateristas y guitarristas de estilo vehemente. Y si te cuentas entre los que disponen de un amplificador de 300W, estarás en condiciones de hacerte destacar sin problemas en situaciones tan difíciles como una carpa del Oktoberfest hasta arriba de en el momento álgido de la celebración de la fiesta de la cerveza.
Algunos amplificadores trabajan en estéreo, esto quiere decir que su potencia se reparte a partes iguales entre el canal izquierdo y el derecho, por lo que en consecuencia un amplificador estéreo de 300W ofrece 2 x 150W. Estos amplificadores normalmente van equipados con dos recintos de altavoz más o menos separados entre sí a izquierda y derecha, de forma que el efecto estéreo se mantiene hasta el límite cuando se aumenta la distancia con el público. En pequeños escenarios un amplificador puede ser muy útil, sobre todo cuando se emplean Chorus y otros efectos de modulación similares. En eventos mayores se puede emplear la función estéreo por ejemplo para tratar individualmente por separado un piano digital a la izquierda y un sonido de sintetizador a la derecha en la mesa de sala, también sin el empleo de un submezclador.
Algunos modelos trabajan en estéreo, como este Roland KC-880 con 2x 160W.
