La frecuencia límite o de corte (en inglés cutoff frequency) es absolutamente la característica que queremos usar. Ésta establece el punto en el espectro de frecuencia donde debe aplicarse el efecto, por poner un ejemplo 80 Hz en el circuito mencionado anteriormente. Con ello se pueden amortiguar los eventuales ruidos de roce. De forma concreta se ajusta a -3 dB en relación con la señal de entrada. Si se desea tenerla exactamente a 0 dB, la frecuencia límite se ajustaría a -3 dB.
También esta característica es muy importante. Ella nos da una impresión acerca el ancho acción aplicado sobre el espectro de frecuencia. Si por ejemplo tuviéramos tan solo 6dB/Octava (ver arriba), entonces el aumento o la disminución se reparte sobre un gran corte de la banda de frecuencia. Esto se denomina también un filtro de primer orden.
La octava aquí significa, según tratamiento, un doblado o una mitad de la frecuencia fundamental. En la siguiente gráfica la curva transcurre entre 100 y 200 Hz a 6 dB.
De la adición de cada vez 6 dB obtenemos los siguientes valores: 18 dB = 3.Orden, 24 dB = 4. Orden
Unas palabras más acerca de los órdenes: De vez en cuando nos encontramos, en relación a esto, que dependiendo de los desarrolladores también aparecen diferentes denominaciones. Las que tienen mayor efecto publicitario sobre todo serían: Butterworth, Bessel o Linkwitz-Riley-Filter. Se diferencia cada una de ellas en su comportamiento de transmisión, donde también aquí una prueba de audición sobre su calidad es lo que debería decidir.
Si ya tenemos más o menos suficiente con la pendiente de borde del filtro paso alto o paso bajo, necesitaremos para un paso de banda un rango de la banda de frecuencia concreto y limitado. Respecto al ancho de corte hablamos por ejemplo de octava o filtro de tercio de banda, y están normalizados de acuerdo a su comportamiento. A menudo encontramos denominaciones en ecualizadores con la letra Q por Quality.
Llegados a este punto solo un par de comentarios acerca de los valores numéricos. Posiblemente Rupert Neve, uno de los grandes ingenieros de sonido de nuestra era, recurrió intencionadamente a los valores en el regulador Q para no separarnos de una realidad: ¡Precisamente el sonido! Los conocimientos acerca de todos estos valores es una cosa, el oído, que se desarrolla con nuestra actividad, eso es otra.