Encontramos ofertas de pianos en diferentes clases de precios y calidades. Las diferencias vienen dadas lógicamente por la calidad de los materiales empleados, como por ejemplo las maderas, las cabezas de los martillos y las cuerdas, pero además por los diferentes métodos de terminación. Formulando esto más sencillamente, diremos que con el precio suben también la calidad del sonido, la precisión de la forma de tocar y las posibilidades expresivas con el instrumento. Para el principiante esto significa por ejemplo en qué nivel o en qué medida de precisión él va a poder entrenar y sensibilizar sus dedos y la musculatura de sus manos.
Un piano como más confortable se encuentra es a una temperatura ambiente de aproximadamente 20 grados Celsius y un 50% de humedad relativa. Por eso hay que procurar que el piano permanezca alejado al menos 3 menos de cualquier fuente de calor (calefacción, radiadores) y que no quede expuesto a la radiación solar directa. También las corrientes de aire y otros factores que influyan sobre la temperatura afectan al instrumento.
Muchos fabricantes recomiendan, durante los primeros 5 años, el repaso de la afinación cada medio año. Posteriormente se debería afinar el instrumento una vez al año, aunque en casos concretos siempre se debe decidir individualmente. La primera revisión de la mecánica en la mayoría de los casos se realiza cada 4 o 6 años. Para ello se desmonta y repasa la completa sección mecánica.
El piano es el original. El piano digital simula al piano o al piano de cola. El sonido de un piano por norma general resulta más vivo y cálido, porque el instrumento genera el sonido desde materiales orgánicos (madera, fieltro, metal). La simulación digital del piano a menudo tiende a sonar artificial y menos viva. También la simulación de la pulsación debe ser considerada de forma crítica. Pero no todo piano es mejor que todo piano digital. Hay que sopesar cada caso individualmente (edad, tecnología, estado, posibilidades de conexión, costes de mantenimiento, etc.).