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5. Toms

Dentro de este contexto debemos decir algo acerca de las superficies de los cascos. La elección para los músicos es inmensamente grande. Hay sets estándar en los que la superficie de los cascos incorpora por norma una lámina plástica de color adherida. La paleta de colores se ha extendido en gran medida. En las baterías de clase superior, encontramos modelos que sorprenden con sus extraordinarios diseños. Superficies con aspecto metálico, cebra o piedra son posibles. Finalmente encontramos en la clase más exclusiva superficies de madera natural así como laboriosos lacados piano muy de moda. En general un nivel de acabado cuidadoso de la superficie trasciende al carácter del set, de manera que un sonido de gran calidad es siempre el resultado de una terminación laboriosa. Esto naturalmente tiene su precio. No obstante la calidad en las clases de precio inferior hoy en día, ofrece unas terminaciones tanto en laboriosidad como en sonido asombrosamente buenas.

Por cierto, los Toms se llaman realmente Tom-Toms, aunque se tiende a abreviar el nombre. La construcción de sus cascos no se diferencia de los cascos de bombo, simplemente son consecuentemente más pequeños. Hay Toms en una gran cantidad de diferentes tamaños. Los diámetros y las profundidades afectan directamente a su respuesta sonora en volumen. Los Toms de poco volumen dimensional suenan más bien como Bongos, mientras que los grandes como timbales.

Se diferencian en los llamados Toms suspendidos y los Toms base. Los nombres ya dicen por qué: Unos quedan suspendidos sobre el bombo, los otros se emplazan a un lado. Un Tom suspendido necesita siempre el correspondiente mecanismo de suspensión, el soporte de Tom. Cada fabricante propone sus propios sistemas de soporte, que deben ser bastante robustos para soportar la presión ejercida. El soporte de Tom se corresponde con las rosetas de fijación que montan los cascos de Toms y de bombos. Los sistemas modernos renuncian a todo lo que signifique colgar algo de la batería, proponiendo bastidores especiales para ello. Parece una solución absoluta, aunque quizás un poco tremendista. Los Toms base tradicionales poseen sus propios pies que permiten poder emplazarlos en el lado que uno prefiera.

Construcción del casco

El fundamento en la construcción de un casco es siempre un cilindro de mayor o menos tamaño, cuya abertura superior se tapa con el parche batiente y la inferior con el parche de resonancia. Ambos parches se ajustan a los robustos aros tensores atornillados al casco, donde también van fijadas las bellotas como base de los tornillos de afinación. Por medio de estos tornillos se pueden tensar y con ello afinar los parches.

El casco, tanto en los Toms como en el bombo, se compone de varias capas de madera encoladas (aprox. 7-9 capas). En el casco siempre se encuentra un pequeño agujero de respiración que regula la presión del aire. Las cajas de las baterías a menudo se terminan también completamente en metal, planchas de acero cromadas, cobre o incluso aluminio. Los diferentes metales influyen sobre el sonido con su acento característico particular.

Los tornillos, soportes y bellotas van fijados al casco. Cuanto mayor es el número de tornillos de afinación, mejor y más equilibrado se dejará tensar y afinar el parche. Lo importante en esta técnica de tensado de tornillos y tuercas es que se mantenga estable tras un largo y duro uso, de manera que no se produzcan tintineos. Y a qué baterista le apetece tener que desmontar regularmente su set para reapretar la tornillería.

Los cascos deben emplazarse completamente planos a los cantos de los cascos. En las zonas de apoyo del parche no debe haber irregularidades. Esto influye de forma muy importante en el comportamiento sonoro y la durabilidad. Los cascos deben ser realmente redondos. Hay que prestar atención en las superficies de los cascos a que las transiciones entre las capas encoladas sean regulares. Por norma general se puede decir que las marcas de tambores actuales, incluso en los rangos de precios económicos, presentan terminaciones de buena calidad sin objeciones.

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