Una de sus principales virtudes es lo cerrados que son, perfectos para grabar con micrófonos muy cercanos a la cabeza (voces, muchos instrumentos de viento, violines y violas...).
Lamentablemente, a cambio de ser tan efectivos en esta tarea, el sonido me resulta sumamente desagradable, vacío y con unos agudos muy molestos, lo que en numerosas ocasiones le da al artista una visión falsa de lo que está grabando.
Por otro lado, los acabados se destrozan en tiempo récord, lo que me parece una vergüenza.
Una compra agridulce.