El concepto me parece directamente genial, prácticamente impecable. Su diseñadores lo han dado realmente todo. Su ultraportabilidad es abrumadora, y es autónoma en todos los sentidos, aun a pesar de su memoria limitada de 128MB.
Todos los botones tienen sentido y están muy bien distribuidos para su uso, aunque requiere cierta destreza para combinaciones de hasta tres botones para ejecutar ciertas acciones.
Su diseño estilo calculadora retro de oficina surrealista me enamoró, ya que sorpresivamente puedes "calcular" música muy chula con escasos movimientos de forma sincronizada y fluida.
El simple hecho de utilizarlo ya hechiza e invita a aprender más atajos y trucos para ofrecer un espectáculo de forma sencilla y segura con una herramienta que responde a las posibilidades de un producto de su precio.
Por eso no es un hardware tan sorprendente como el OP-1, pero por lo menos me lo he podido permitir sin invertir una fortuna.
A mi gusto, la sensibilidad de los pads es un poco irresponsiva en el tema de la detección de la presión para intensificar ciertos efectos, como sucede con las bocinas supertone: personalmente me rompo el dedo y no podré aprovechar esa caracetrística tan curiosa.
Acerca del micrófono TingFX, no me ha terminado de gustar, si bien haré algunos experimentos, de momento no he sentido que capture la voz de un modo que esté preparado para sacar a producción, ya veremos.