Si se tiene en cuenta solamente su función, creo que estos pads cumplen muy bien, y que marcan una diferencia evidente. En este sentido, no cabe ninguna queja. Además, los cortes son perfectos, y las opciones de combinación para poner los monitores a tres grados posibles de inclinación son más que suficientes. Sin embargo, si se mira lo simple que son, por materiales y fabricación, no se entiende por qué no cuestan menos... Por eso le quito una estrella.
En comparación con muchos otros accesorios, estos pads aislantes tienen un precio accesible. Pero tampoco tengo dudas de que generan un porcentaje de ganancia mucho mayor que casi todos los otros accesorios del home studio.
En conclusión, la mala relación calidad-precio queda disimulada por un valor bajo en términos "absolutos" (13,40 euros no suele ser gran cosa para el modesto capital de un músico), de manera tal que uno compra estos pads tanto por su función como por la comodidad de no fabricárselos uno mismo.