Me ha llegado hace unas horas y ya lo he estrenado. Estoy muy contento.
Es el primer afinador que he tenido y es exactamente lo que buscaba: un producto difícil de superar en la relación calidad-precio.
Es de sencillo manejo y no me complica la vida.
Hay otros que seguramente son fenomenales, pero valen de 3 a 6 veces más y son de mayor tamaño. No engaño: se pliega por la parte de la pinza y queda reducidísimo; cabe en cualquier sitio, en especial en el cajoncito del mi estuche Fender.
La única pega, que no es ningún problema ni nada del otro mundo, es que la tapeta posterior que hay que abrir para insertar la pila, cuesta de abrir, y por eso recomiendo que por el borde opuesto metais algo de filo finito o muy estrecho y saldrá con facilidad.
La iluminación me gusta. Sencillamente, sin complicaciones.
Tiene 3 posiciones: Bajo, Guitarra y Cromático. Ésta última señala la letra de la nota que ha sonar y además el número de la cuerda que ha de sonar con dicha nota, hasta que se ilumina de color verde.
Pensaba que mi guitarra estaba afinada, y de hecho lo estaba, pero más baja, y no me había percatado, y debía subir más el tono de las cuerdas. Estan más tensas, sí, pero en la afinación correcta. Repito: afinación correcta.
La instalación, una pinza que lleva la vibración al tocar la cuerda hacia el afinador Nada de cables. ¡Qué más se puede pedir!
Podemos decir que es un clásico en esta era digital, y cuando lo probeis, vereis que ni voy desencaminado ni exagero.