Esta funda es un producto adecuado para transportar tu bajo eléctrico a los ensayos, o tenerlo bien guardado.
No esperes que su acolchado sea de aleación de titanio, acero de aviación, ni nada de eso. Es suficiente para proteger el instrumento de roces y golpes leves.
Las correas y cremalleras no son metálicas, y no tienen pinta de ser las más fuertes del mundo, pero de nuevo cumplen su función. Si eres un bestia que rebolea el instrumento y tira de las cremalleras como si no hubiera un mañana, olvídate, que te va a durar dos días (la funda y el instrumento). Si la cuidas, tienes funda para rato.
La gran ventaja es que pesa poco en comparación con otras fundas más caras (como las rockbag que tenía antes) y tu espalda lo agradecerá. Además, las correas de mochila se ajustan perfectamente.
En definitiva, un producto que te dejará satisfecho por el precio que tiene y su funcionalidad. Si además te mola el azul, pues mejor que mejor.