El atril presenta una robustez importante, sobre todo a la hora de trabajar con partituras pesadas o de grandes dimensiones. Si bien para una partitura en tamaño A3 queda justo, se puede trabajar perfectamente, y permite tener las partituras sobre un soporte firme, en cualquier condición de terreno.
Su trípode es especialmente estable, y permite una estabilidad perfecta, contando con una columna telescópica adaptable a casi cualquier altura de director.
Podría contar con un soporte para sujetar las partituras que no están en uso actualmente, pero no dispone de enganche en la parte intermedia. Sin embargo, se le puede adaptar o colgar de la tuerca de sujeción, ya que es especialmente robusto y estable para aguantar mas peso.