Como elemento auxiliar en un aula, en un estudio o en un local de ensayo no está mal, pero la pieza para regular la altura, de plástico, se rompió prácticamente en el primer uso.
Yo le puse una abrazadera de ferretería y con eso voy tirando, pero no deja de ser un engorro...
Por otra parte, por el precio que tiene y teniendo en cuenta que con el apaño realizado es un soporte estable y la regulación de ángulo del atril no ha fallado, cumple su cometido suficientemente.