De sencillísima instalación, cumple su cometido a las mil maravillas.
Armoniza estéticamente, diría yo, con el resto del Bigsby.
Como tantos coincidirán conmigo, se acabó darle más y más largas al cambio de cuerdas. Ha llegado éste aparentemente sencillo ingenio para terminar con todas las pesadillas.
El precio, otro punto a su favor.