Amplificador rockero clásico de toda la vida donde los haya, docenas de guitarristas legendarios a lo largo de la historia han utilizado el AC15 y sobran las presentaciones.
Es un aparato perfecto para cualquier cosa que vaya desde tonos cremosos de blues hasta las distorsiones chillonas del hard rock. Su sonido en general tiene un carácter muy definido, digamos que suena de forma reconocible a Vox toques lo que toques. Tiene la potencia adecuada para ensayar a buen volumen, incluso dar conciertos en salas no demasiado grandes, y también es excelente para practicar en casa sin molestar demasiado a los vecinos.
En general, una buena elección: no pesa mucho, es exageradamente bonito, no es muy aparatoso (cabe en cualquier coche perfectamente), los efectos (reverb y tremolo) están muy bien, es bastante versátil y da un sonido valvulero estupendo.
La única pega que yo le pondría es la calidad de algunos materiales utilizados, mucho plástico para mi gusto, por ejemplo en las protecciones de las esquinas, el logo de Vox, la franja dorada del frontal, etcétera; y tal vez un footswitch para cambiar de limpio a saturado habría sido una gran idea también, la verdad. Pero hay que reconocer que es un amplificador precioso y, cinco o seis años después de haberlo recibido, estoy muy satisfecho con él.