Yamaha, a pesar de fabricar en masa, vuelca un nivel de profesionalidad y de calidad en sus productos excepcional. Este trombón es el claro ejemplo de ello.
Bueno para estudiantes o músicos experimentados que quieran un trombón bueno pero tampoco algo exagerado para poder tocar en la calle en procesiones o Charanga.
El sonido es buenísimo, pesa poco, es cómodo y además es muy bonito y elegante.
Si estás indeciso entre esta versión o la dorada (más barata), no te lo pienses y gastate unos euros más por un laceado duradero.