Allen & Heath ZED-10

Las mezcladoras de la serie ZED de Allen & Heath cuentan con un diseño monolítico pero resistente como un tanque, esta es la primera impresión que se lleva uno al sostenerla a pulso y se confirma con el uso prolongado en cualquier condición.

Aparte de la calidad más que aceptable de sus preamplificadores, son útiles el par de canales con entrada de alta impedancia para conectar directamente señales de instrumento y también la ecualización semiparamétrica que permite de las frecuencias medias.

Como interfaz para grabación conectada por USB está limitada a una mezcla de sólo 2 canales, pero la posibilidad de usar la salida digital del ordenador a través de unos monitores conectados a la ZED 10 la convierten en una mesa ideal para ensayar en casa con micrófonos y algún instrumento sobre cualquier base rítmica programada, y también para encargarse de mezclas de voz y coros para bandas de pequeño tamaño.

Esta mesita me la pillé para tenerla en casa, para mis ensayos personales y grabaciones. Resulta muy básica para darle un uso más general, por ejemplo para una PA (no tiene efectos), pero el sonido es muy plano y te permite grabar con calidad. No tiene faders, un punto incómodo, pero si no te importa, esta puede ser una buena opción. Al tener entrada-salida USB se puede usar un ordenador como procesador de efectos, o reproducir cualquier grabación, lo que la hace perfecta para ensayar en casa. Hay alternativas con efectos y más opciones por el mismo precio, de modo que no es una mesa con muchas características. Sin embargo tengo entendido (consultado a profesionales del estudio) que es una de las mesas con mejores previos, y eso lo puedo confirmar: el sonido es impecable pese al reducido tamaño. Las mesas de Allen & Heath suelen ser mucho más caras, así que la simplicidad de esta nos permite disfrutar de la calidad de la marca por un precio razonable.
Si lo que buscáis es algo muy muy básico pero con muy buen sonido, esta puede ser vuestra opción.