Para ser lo que es, prácticamente un ampli de juguete, da un sonido bastante limpio y exprime a base de bien la potencia que tiene. Da mucho más que otros del mismo tipo y marcas más conocidas, dejándolos muy atrás. El diseño retro es espectacular, aunque el acabado es de textura plastiquera, pero lógico para el producto que es.
Es un buen producto para tener a mano y tocar en casa sin montar un equipo grande; incluso da para tocar con gente que esté en acústico a pelo y acompañar de forma más que solvente, incluso metiendo pedales. Merece la pena hasta si lo quieres para decorar.