Las referencias que tenía sobre esta pastilla son muy positivas. Y ahora que la estoy usando, comprendo por qué lo son.
En primer lugar, es una pastilla de instalación sencilla, basta con despegar levemente uno de los pies del puente y colocarla debajo. Eso no te lleva más de 15 minutos. No es necesario manipular el puente como para otras pastillas, ni raspar, ni perforar. Eso sí, conviene que el pie oprima totalmente la superficie de cobre. El puente ha de estar perfectamente perpendicular a la tapa armónica, sin inclinación alguna. De lo contrario, la respuesta de la pastilla se debilita.
En segundo lugar, el sonido que aporta es sólido, natural. No ofrece fisuras, es decir, recoge por igual todas las cuerdas tocadas en cualquier parte del diapasón y es muy fiel al sonido del instrumento.
En conclusión, un producto fiable 100% y con una relación calidad/precio de lo más interesante del mercado y al alcance de todos los bolsillos.