Lo he estado usando una temporada en un violín con un grupo de jazz y el resultado ha sido bastante bueno. Muy fiable, no da problemas inesperados, es un tema menos del que preocuparse.
Tiene un sonido muy claro, cercano y sin ruido. Es sensible a cualquier variación de ataque e intensidad. Al ser un fonocaptor y no un micrófono, no tiene problemas de ruidos, feedback, etc. Además no hay que montarlo cada vez que se usa, permanece siempre debajo del puente y es mucho menos frágil. A mí me ha resultado muy cómodo.
El único probema es que los fonocaptores Realist no tienen un comportamiento constante, varía mucho según el instrumento. Sobre todo la ecualización, hay algunos instrumentos con los que la respuesta es completamente plana y otros con los que se potencian más algunas frecuencias mientras que otras quedan más apagadas, pero nada que no se pueda arreglar con ecualización posterior.
Aún así lo recomiendo mucho, pero advierto que para instalarlo en el violín hay que tener un poco de experiencia y hacerlo con mucho cuidado para no colocar mal el puente, lo que podría hacer que se curvara.