Después de tocar en un concierto con una SG prestada no pude resistirme a comprármela. Como buena Gibson no defrauda, muy bien acabada en todos los detalles, sonizado y potencia.
Lo mejor de la SG es la extremada comodidad y ligereza, casi ni notas que la llevas colgada. Ruge como un león enjaulado.
El acabado en verde es precioso, original y único.
Una de las mejores compras que he hecho nunca.