La compré como segunda guitarra para directos y por el precio es un producto muy equilibrado.
Quizás el punto más flojo sea el puente y el trémolo que es fácilmente intercambiable. El mastil, los trastes, la cejuela, las clavijas de afinación y el cuerpo están muy bien acabados. La pintura lateral simulando una tapa de madera no deja de ser pintura, y mirando bien se puede ver algún punto donde no está acabada de rematar, aunque no es visible de cara al escenario o el público.
Las incrustaciones en el mastil se las podrían haber ahorrado, aunque están bien hechas y tras 7 años siguen ahí.
El sonido se percibe algo apagado, mejora bloqueando el puente con una cuña de madera, dándole algo más de sustain a costa de perder el tremolo.
También se puede buscar la tensión para que el puente que ligeramente alzado y tener un tremolo con una respuesta más elástica, aunque si se parte una cuerda podría complicarse.
Las pastillas suenan con cuerpo y los potenciómetros son progresivos y aunque no acaban de darle el sonido grueso, tiene señal de sobras.
El peso no es excesivo, pero no es una guitarra ligera. El grosor del mastil es similar al de las Ibanez RG. Los clavijeros no tienen holguras. Se le pueden montar unas 0.10-0.65 para conseguir un sonido más estable, aunque con los 3 muelles que trae de serie el puente se acaba levantando.