Lo compré para mi pareja, que estudió violín y no lo coge mucho por tema de molestar a vecino. Es una solución genial para ensayar en casa y poder hacerlo a un volumen prudente (algo complicado con el violín) o incluso con auriculares. Aún sin enchufar, el instrumento suena lo suficiente como para poder practicar, aunque no tanto como lo haría un violín acústico. ¡Y la ventaja de la enchufabilidad es que le puedes meter distorsión! Un excelente juguete. El único pero, una construcción un tanto amateur, aunque por la franja de precios en la que se mueve es lo esperado. En resumen: cliente satisfecho con su compra.