Me fijé en esta JIVA por sus características (24 trastes, trémolo Edge II, cuerpo S, tipo de mástil, etc) y también por su estética. He intentando encontrar a su hermana mayor, la JIVA X, pero al no conseguirlo he optado por esta versión made in Indonesia, bastante más económica aunque de menor calidad.
En el lado positivo está el Edge-Zero II, que está a años luz de los Floyd Rose serie 1000 que montan la mayoría de guitarras de este rango de precios. El sistema de bloqueo en la cejilla también es bastante mejor y apenas varía la afinación cuando lo bloqueas.
El tamaño y ergonomía del cuerpo tipo S son perfectos para mi gusto. Es cómoda y ligera cuando la tienes colgada y muy manejable.
El diseño en su conjunto también me parece muy acertado. La combinacion de tonos grises y negros, el diseño de la tapa de las Pandemonium, y los inlays tipo electrocardiograma son muy originales. Los controles de volumen, tono y selector de pastillas parecen de calidad y funcionan perfectos.
En el lado no tan positivo están las DiMarzio Pandemonium que, a pesar de un nombre que promete, no tienen tanta pegada como esperaba para una guitarra orientada al heavy/shred/metal en general.
Tampoco me ha entusiasmado la entrada del jack en una posición que me impide poner el emisor del inalámbrico y he de usarla con cable.
El problema mayor lo he encontrado en el acabado de los trastes en los laterales, ya que sobresalen un poco por cada lado. Es un poco molesto porque los notas siempre que desplazas la mano por el mástil, aunque no impide tocar. Sí que están bien nivelados y trabajados en la cima.
Viene con alguna documentación y manual de instrucciones y las llaves allen de rigor para trémolo y cejilla.
Carece de funda, por lo que vino en una caja de cartón de la marca, dentro de otra de Thomann. En el interior la guitarra estaba envuelta en espuma protectora. La he recibido perfecta de estado, muy bien ajustada y a tiempo.