La mayor flexibilidad estilística la posee el músico que domina al mismo tiempo los diferentes tipos de guitarras (acústica, electroacústica, de concierto o clásica, eléctrica, Drobro, etc). El principiante interesado en adquirir esta flexibilidad deberá no obstante con toda probabilidad intentar avanzar primeramente en los diferentes estilos con un único instrumento. Antes de decidirse por la compra de un instrumento en concreto habría por tanto que que observar las perspectivas estilísticas que ofrece cada tipo de instrumento.
Los límites estilísticos en la guitarra clásica se alcanzan pronto, sobre todo si uno va orientado a los sonidos "artificiales" de la guitarra eléctrica. Una guitarra clásica deja poca articulación para acercarse al sonido Rock. El tono saturado Rock relativamente fácil de conseguir en la guitarra eléctrica influye también en la técnica de toque. Pero hay otros motivos para la frustración, ya que las técnicas características de la guitarra eléctrica (p.ej. Bend-Up, Slide, Vibrato o Tapping), difícilmente se pueden imitar con unas cuerdas de nailon, al menos no con el mismo Feeling. El guitarra solista también se va a ver limitado con la guitarra clásica cuando encuentre el final de su progresión en agudos en el traste 12 del diapasón.
La guitarra acústica con cuerdas de acero tiene una gama de sonidos que son inconfundibles y no fácilmente replicables en cualquier otro tipo de guitarra. Las cuerdas de acero producen un espectro de armónicos diferente del de las cuerdas de nylon, y el cuerpo hueco amplifica este sonido de una manera muy diferente al de la guitarra eléctrica.
De hecho, "amplificar" es realmente la palabra incorrecta, toda la energía en el sonido de la guitarra viene de la vibración de la cuerda en sí y, en última instancia, del intérprete. Cuanto más eficiente se transmita ésta por el cuerpo, más rápido caerá el sonido, por lo que el sonido de la guitarra acústica se caracteriza por un ataque relativamente agudo y un decaimiento rápido.
La guitarra tiene un rango de frecuencia muy amplio. Como un buen piano, la riqueza de las cuerdas inferiores es un producto de los armónicos que abarcan la mayor parte del espectro de frecuencia audible. Su característica "chispa" es producida por una mezcla compleja de los armónicos superiores contra la frecuencia fundamental, y el equilibrio de estas frecuencias es una de las cosas que marca una buena guitarra acústica. Los instrumentos inferiores tienden a sonar "a caja" en el extremo inferior, ya que los armónicos superiores se ven inundados por frecuencias bajas y medias. La condición de las cuerdas también es muy importante, la chispa puede desaparecer rápidamente a medida que se acumulan depósitos de sudor y suciedad. Por esta razón, los intérpretes de guitarra acústica más serios cambian de cuerdas muy a menudo, incluso antes de cada concierto.
El sonido de la guitarra acústica puede variar considerablemente, no sólo con el tipo de guitarra, sino también con el estilo musical, la elección de las cuerdas y la técnica de interpretación. Los intérpretes acústicos tienden a dividirse entre aquellos que utilizan una púa y aquellos que tocan con los dedos. Ya sea tocando con rasgueo, como tocando notas individuales, usando una púa generalmente se produce más volumen y sobre todo más agudos que con la técnica de punteado con los dedos. Las cuerdas pesadas también producen más volumen, pero pueden ser más difíciles de tocar con los dedos, y ejecutar técnicas como la flexión de cuerda (bending), puede ser difícil cuando no imposible.
Hoy en día, muchas situaciones de interpretación implicarán amplificación. Por esta razón, las guitarras electro-acústicas, que son esencialmente guitarras acústicas con sistemas de pastilla integrados, se han hecho muy populares. En contraste con las guitarras eléctricas, éstas generalmente utilizan pastillas piezo-eléctricas, que captan el sonido a través del cuerpo, aunque en ocasiones, también cuentan con pastillas magnéticas. Los sistemas piezoeléctricos tienen como objetivo capturar el sonido de toda la guitarra, y algunos modelos incluso incorporan un micrófono interno para añadir profundidad. Debido a esto, las propiedades acústicas del instrumento son importantes incluso si siempre se amplifica, ya que nunca sabes cuándo puedes grabar, algo que casi siempre se hace con micrófonos.
El tipo y la calidad de la madera utilizada es uno de los factores más importantes en la configuración de sonido de la guitarra. La tapa y el fondo generalmente están hechas de la misma madera, y ésta es generalmente maciza, aunque los instrumentos más baratos utilizan madera ‚laminada’, una forma educada de llamar a la madera de contrachapado. Sin embargo, la madera maciza transmite el sonido de forma mucho más eficiente y uniformemente, una veta apretada y recta es esencial aquí también. Las maderas preferidas son la pícea y, con menor frecuencia, el cedro. Los aros y el mástil de la mayoría de las guitarras se hacen de la madera dura más densa y oscura, el palisandro ha sido durante mucho tiempo un favorito por su profundidad y equilibrio. El ébano y el palisandro son los materiales para el puente tradicional y el diapasón. De todo esto hablaremos más ampliamente más tarde.
Por último, la forma de la guitarra también tiene un impacto considerable en el sonido. A diferencia de la guitarra clásica, que tiene una forma más o menos estándar, las guitarras acústicas vienen en diferentes formas y tamaños. Como regla general, un cuerpo más grande produce más volumen y más grave, pero los cuerpos más pequeños tienden a ofrecer un mejor sustain y una respuesta más inmediata.