Ellos se sitúan al final de la cadena de proyección sonora y quizás son los componentes más importantes de un sistema electroacústico.
Para mostrarte una perspectiva general de la amplia oferta de altavoces de instalación, he listado al menos cuatro criterios de diferenciación y diversos ejemplos individuales.
Los criterios son:
Las indicaciones de potencia de los amplificadores y los altavoces son siempre motivo de broma. Una especificación fiable es la potencia RMS, lo que equivale al valor cuadrático medio. Aquí se declara la potencia en funcionamiento prolongado en el completo espectro de frecuencia de un altavoz.
Si se declaran valores que impresionan sin proporcionar mayor información, seguramente se trata de la potencia de pico que el aparato puede soportar en aproximadamente unos dos segundos. Por tanto no es ningún dato fiable.
Un buen dato de referencia para el rendimiento de un altavoz es la eficiencia, también denominada sensibilidad. Esta se ajusta a una normativa y se indica por presión en dB. Se determina midiendo la presión sonora producida aplicando la potencia de 1 vatio al altavoz y registrando a 1 metro de distancia con un micrófono de medición.
El dato podría figurar de esta manera: 96 dB / W / m
Esto significaría: Este altavoz proporciona con un vatio de potencia aplicada una presión sonora de 96 dB a una distancia de un metro. Esto en un transductor de graves de PA sería ya un buen valor. Un Tweeter tiene normalmente valores más altos. ¡Aquí se encuentran cifras de p.ej. 115 dB!
¡Además hay que decir que tienes que doblar la potencia para elevar la presión sonora en 3 dB! ¡De manera que necesitarías para variar en 6 dB y compensar la mala sensibilidad de un altavoz (p.ej. 96 dB a 102 dB) una potencia cuatro veces mayor!
Resumido en una tabla quedaría tal que así:
Potencia | Presión sonora |
1 W | 100 dB |
2 W | 103 dB |
4 W | 106 dB |
8 W | 109 dB |
16 W | 112 dB |
Naturalmente en el ámbito de los sistemas electroacústicos la construcción y la respuesta en frecuencia tienen gran importancia. Normalmente verás los valores también indicados. Pero de nuevo hay que advertir que no debemos esperar aquí ningún comportamiento linear ni sonoridad equilibrada como en un monitor de estudio, sino que usualmente se desea transmitir información locutada, ¡y esto además en difíciles condiciones acústicas como por ejemplo en una iglesia! Consecuentemente los tipos de construcción y las características de dispersión son bien amplias.
Una típica especificación de una altavoz de instalación podría ser esta:
Esto significa:
Finalmente queda considerar el montaje y el lugar de emplazamiento.
Por ejemplo si se desea integrar los altavoces en el techo de una estancia, se debe contemplar la profundidad de instalación y el grosor del techo.
Si prefieres un montaje mural, necesitarás soportes apropiados.
Si te encuentras con condiciones acústicas complicadas, necesitaras unos altavoces con una coherente respuesta en frecuencia respectivamente.
Si el montaje va destinado a exteriores o bajo un alero precisarás altavoces resistentes al clima y con buenos valores de transmisión. Aquí solo cuentan los altavoces estancos.
A continuación algunos ejemplos de diferentes tipos de altavoces y cajas.
Techos o paredes de interiores, potencia moderada
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Altavoces de interior |
Interiores, emplazamiento flexible mayor potencia
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Altavoces de interior |
Interiores con acústica difícil
Exteriores, resistentes al clima
Exteriores, mayor potencia (PA-System)