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7. Boquillas y cañas

Al saxofonista de hoy en día se le presenta una oferta inabarcable en modelos de boquillas y de cañas. ¿Cómo puede uno filtrar de entre todo lo mejor?

Esta es una pregunta muy difícil que debe plantearse de manera exclusivamente individual. Algunos intérpretes utilizan una única boquilla de por vida, otros sin embargo cambian su configuración bastante a menudo. Pero no se debe cometer aquí el error de orientar la elección tomando a alguien como ejemplo. La misma boquilla nunca va a producir el mismo sonido que uno ha escuchado en un CD o en directo del intérprete X. Lo que uno oye no es producto únicamente de la boquilla y la caña, sino que en gran parte se debe al cuerpo y al estilo de tocar del músico. La caña y la boquilla comprenden una estructura complicada, que solo debe ser escogida con un criterio: ¿Me ayuda a encontrar mi sonido? De modo que lo que manda es otra vez probar, probar y probar.

Cuando uno se inicia en el mundo de las boquillas y las cañas debe hacerlo con el portamonedas bien lleno. Comparar diferentes boquillas no es nada fácil, porque cada fabricante utiliza una codificación diferente para la abertura (separación entre la punta de la boquilla y la caña) y el largo de la ventana (ángulo de la mentonera).

Mundstücke

Acerca de los materiales empleados en la construcción la discusión es siempre acalorada (madera, caucho, plástico, metal, cristal), ya que el sonido característico también es diferente. Esto no se puede responder de una forma contundente con un sí o un no.

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