El saxofón fue desarrollado en el año 1840 por el constructor de instrumentos belga Adolphe Sax. No tenía precursor, al contrario como muchos otros instrumentos de orquesta, sino que erige como un desarrollo completamente nuevo. Sax combinó un tubo de metal de chapa de latón con una boquilla del modo que usualmente montaban los clarinetes (de ahí su encasillado como instrumento de viento madera). Inicialmente se aplicó casi exclusivamente el saxofón en la música militar. Más tarde se convirtió en instrumento solista en el Jazz.
Originalmente Sax concibió su saxofón en dos líneas de construcción. Una para la música sinfónica en las afinaciones Do/Fa, y otra para la música de vientos en afinaciones Sib/Mib. Hoy en día los instrumentos en Do y Fa han desaparecido y solo se producen instrumentos en Sib/Mib. Sax no logró integrar el instrumento en la orquesta sinfónica, y hay solo unas pocas composiciones que incluyen el saxofón como instrumento de orquesta. Pero en la música clásica de cámara y en enfoque solista se ha extendido ampliamente el instrumento. Naturalmente también en todas las formas de música de vientos ha encontrado su lugar indiscutible. Adicionalmente juega un importante papel como instrumento solista en el Jazz y en todos los estilos de la música Pop.