Después de muchos años de uso de mi vieja guitarra acústica, decidí restaurarla y regalarle esta magnífica pastilla. Cuando la conecté a mi amplificador de válvulas, no me esperaba tal sorpresa: el sonido es magnífico, y hace que no quiera dejar de tocar. La pastilla es estéticamente perfecta, se coloca con facilidad, trae un buen cable, y una característica importantísima para mí es que se puede regular la altura de cada uno de los imanes, para optimizar la captación de señal según mi gusto particular. Un gran acierto y una pequeña joya.