Con el Beta 52A, la marca Shure ofrece un verdadero clásico entre los micrófonos, que se siente particularmente a gusto ubicado en un bombo. Este micrófono dinámico cuenta con una directividad supercardioide y suprime eficazmente los ruidos no deseados del entorno. Su construcción robusta resulta ideal para el uso en giras, por lo que suele figurar con frecuencia en los riders técnicos. El cuello del resistente cuerpo metálico ya viene preparado para acoplar una rosca reductora, por lo que no se necesita una pinza adicional para montarlo en un soporte. Una tuerca ajustable permite orientar el Beta 52A de forma flexible hacia la fuente de sonido.
El Beta 52A se siente como en casa tanto en el estudio como sobre el escenario. Los profesionales aprecian especialmente su fabricación robusta y su capacidad para soportar niveles de presión sonora elevados (hasta un máximo de 174dBSPL) sin inmutarse. Esto permite utilizar este transductor sin problema frente a un Ampeg 8x10 a todo volumen. No obstante, su mayor especialidad sigue siendo la captación del bombo. Gracias a su característica acentuación de las frecuencias entre los 50 y 4.000Hz, el Beta 52A saca el máximo partido a cualquier bombo. Un sistema de suspensión neumática protege contra artefactos sonoros no deseados provocados por vibraciones o golpes. Los técnicos de sonido con experiencia saben que con un Shure Beta 52A siempre obtendrán resultados fiables. Un micrófono clásico que ofrece un rendimiento profesional en cualquier entorno.
El Shure Beta 52A es adecuado para cualquier batería o aplicación de percusión que requiera una captación profesional de las frecuencias graves. Su sonido contundente lo convierte en una opción versátil para numerosos estilos musicales, tanto en directo como en el estudio. También se utiliza con frecuencia frente a amplificadores de bajo o incluso para grabar una tuba. Debido a su peso considerable, se recomienda utilizar un soporte de micrófono robusto. En escenarios grandes y festivales, es bastante común la combinación del Beta 52A con el micrófono de superficie Beta 91A de Shure. En este caso, el Beta 52A se encarga de capturar las frecuencias graves, mientras que el Beta 91A aporta definición al ataque.
La empresa estadounidense Shure es considerada una de las pioneras en tecnología de audio y comenzó a desarrollar micrófonos ya en los años 30. Modelos como el legendario 55 Unidyne, conocido por muchos como el micrófono de Elvis, o los SM57 y SM58 lanzados a mediados de los años 60 siguen siendo imprescindibles en el sonido en vivo. Gozan de un estatus de culto entre músicos y técnicos por igual. En los años 90, Shure lanzó sus primeros micrófonos inalámbricos y sistemas de monitoreo in-ear sin cables, convirtiéndose en poco tiempo en líder mundial en este campo. Además de micrófonos, la marca ofrece una amplia gama de auriculares y cascos para uso en estudio y directo, así como diversos accesorios.
El Shure Beta 52A incorpora un realce tonal previo que resalta tanto las frecuencias graves como el crucial rango de ataque entre los 3 y 4kHz en un bombo. No obstante, este realce es lo suficientemente moderado como para permitir el uso del micrófono en estilos musicales más suaves (como el Jazz). También en géneros como el Rock y el Metal, el Beta 52A demuestra todo su potencial, especialmente si se utiliza junto con procesamiento dinámico (puerta de ruido y compresor) y ajustes adicionales de ecualización (realce en 8kHz, atenuación en 300Hz). Además, destaca en la captación de instrumentos como la tuba o el saxofón bajo. Para ello, sin embargo, es imprescindible contar con un soporte de micrófono sólido. Gracias al imán de neodimio de alta potencia incorporado, el Beta 52A no requiere una gran ganancia por parte del preamplificador.