Si tu hijo (o sobrino, primo, etc...) te suelta una frase como la que encabeza la valoración, esta es una opción muy interesante.
Un buen producto de iniciación, aunque según el profesor de trombón, tiene las varas un poco toscas, lo cual, puede dificultar un poco que un niño de una constitución aún muy infantil pueda manejarlas con cierta soltura. Decía que le puede costar un poco.
Pero que luego le pilla el tacto, y que al final siempre aprenden a manejarse.
Además, si el niño se aburre al cabo de un par de años, no te habrás gastado muchos euros...