Compramos tres ejemplares para mi grupo Sweet Winds (4 músicos). Los dos primeros para sonorizar en vivo a un gran tambor de marco y un bodhràn irlandés, y el último para captar los bajos (mano izquierda) de un acordeón de concierto.
El sonido de los tambores está perfectamente restituido, sin necesidad de ecualización, con buenos bajos y medios muy claros. Desaconsejo conectarlos directamente a la mesa. Después de varios ensayos, ambos micrófonos pasan previamente por un preamplificador IMG Stageline MPA-202, también comprado e Thomann (<a class="article link" href="img_stageline_mpa_202.htm">IMG Stageline MPA-202</a>) que conectamos a entradas de linea con jacks. En cuanto al acordeón, seguimos el mismo procedimiento: el micrófono esta conectado a una de las entradas de un segundo preamplificador IMG Stageline MPA-202, mientras la segunda esta reservado a un micrófono colocado en un soporte bajo para la mano derecha del acordeonista. El resultado es estupendo de calidad.
Los puntos algo débiles residen en la calidad de fabricación del cuello de cisne y sobre todo la pinza que para el uso que tenemos tiende a deslizarse. Tenemos que fijarla con adhesivo. Por otro lado, es preferible conseguir el módulo de alimentación fantasma en vez de utilizar el sistema con pila que viene con el micrófono, y conectar este a una alimentación fantasma de 48 V (de la mesa, de un preamplificador o un aparato dedicado). Es más fiable y estable.
En conclusión, nos parece un buen micrófono, a pesar de los pequeños defectos señalados, en especial si es preamplificado como lo mencionamos. Lo utilizamos regularmente en concierto con excelentes resultados. Recomendable, teniendo en cuenta el plus que aporte un preamplificador.