Originalmente, el pedal wah no fue diseñado para nosotros los guitarristas, porque la idea vino de un trompetista llamado Clyde McCoy, quien a menudo tocaba su trompeta con una sordina.
Él encargó al técnico Brad Plunkett que le construyera un dispositivo con el que este sonido filtrado pudiera ser controlado electrónicamente mediante pedal. Y así apareció en 1966 el primer pedal Wah de Thomas Organ/Vox, con una imagen del iniciador y un conocido trompetista en la parte inferior. Pero contrariamente a todas las expectativas, el pedal prácticamente no encontró respuesta entre los trompetistas a los que realmente apuntaba, sino mucho más entre los guitarristas.
Sin embargo, en aras de la integridad, no debe pasarse por alto que el guitarrista de Country Chet Atkins ya estaba experimentando con un pedal a finales de la década de los cincuenta con el que era posible la variación de frecuencia, y ya había realizado grabaciones con un efecto similar al wah algunos años antes.
Jimi Hendrix causó un verdadero furor creando Riffs legendarios con el pedal Wah bajo sus pies, que pasaron a formar parte de la historia del Rock: la intro de Voodoo Child, el solo de All Along The Watchtower o la interpretación en vivo del himno nacional estadounidense (Star Spangled Banner) en el festival de Woodstock.
Desde entonces, el pedal wah es un estándar y se puede encontrar en la mayoría de las pedaleras. Una de las razones es su facilidad de manejo, ya que al menos la versión tradicional no requiere controles adicionales, únicamente el balancín del pedal. El efecto se controla con él a tiempo real y con un poco de habilidad crea sonidos muy interesantes, desde sonidos percusivos con notas fantasmales hasta desgarradores chillidos con un tono distorsionado. De ahí el nombre Cry Baby. El Wah expande las posibilidades de expresividad del intérprete, a aporta a la interpretación un toque personal.
Aquí dejamos algunas canciones con un uso prominente e inspirado del pedal Wah: