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Cuencos sonoros

Cualquier persona envuelta en la meditación, que recurra a la música y los sonidos para fines terapéuticos, o que no se conforme con sonidos cotidianos para sus representaciones musicales, entrará más tarde o más temprano en contacto con los cuencos sonor
Cuencos sonoros

1. introducción

Como indica su nombre, hablamos de cuencos, en su mayoría hechos de una aleación de metal o, más recientemente, de vidrio de cuarzo, que se hacen vibrar frotándolos o percutiendo sobre ellos con un mazo o con las manos. Dependiendo del tamaño y la naturaleza del cuenco, se generan sonidos característicos de gong o cantos, cuyo carácter y contenido de armónicos pueden verse influenciados por ciertas técnicas de percusión o frotamiento y la selección del mazo.

El hecho es que el origen exacto del cuenco sonoro aún no está claro. Originalmente pensados como cuencos para mendigar y para alimentos, estos instrumentos tenían sus raíces en tradiciones lejanas del este y fueron usados en su forma actual y en otras terminaciones también para los rituales en el Budismo Zen.

Desde 1989, en gran parte gracias a Peter Hess, los cuencos sonoros también han llegado a la sociedad occidental moderna y están disponibles allí como instrumentos musicales, instrumentos de terapia y productos de estilo de vida en numerosas variantes para la desaceleración, la paz interior, la armonía y los puntos de calma en tiempos de ritmo frenético.

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