Las también llamadas pantallas, „Bass Boxes“„Cabinets“, „Cabs“ o „Speaker Cabinets“, existen en todo tipo de formas, tamaños y configuraciones de altavoces. La elección de una de ellas depende de su futuro uso, del gusto personal y por supuesto del presupuesto de cada uno.
Ante la compra de una pantalla de bajo, es necesario prestar atención a que tanto el cabezal como la pantalla casan bien juntos en referencia a la potencia, o bien la capacidad y la impedancia. Si se tiene un cabezal que ofrece 250 W a 4 Ohm y se conecta a una pantalla de 8 Ohm, se obtendrá, debido a la alta resistencia, tan solo algo más de la mitad de su potencia. Aquí se reduce ya de entrada una gran cantidad de potencia de amplificación, está claro que en este caso la mejor elección es una pantalla de 4 Ohm. Pero esto únicamente cuenta si uno está seguro de que desea conectar solo una pantalla al amplificador. Si por el contrario se prevén alimentar dos pantallas, la elección correcta serían dos pantallas de 8 Ohm conectadas en paralelo al amplificador. Con ello resulta una impedancia total de 4 Ohm, de manera que el amplificador está capacitado de nuevo para ofrecer su rendimiento óptimo.
¡Ya veis que tiene mucho sentido el combinar bien los componentes entre ellos! El trabajo con cifras y valores es confuso, a veces incluso también para músicos experimentados. Por eso no está de más el consultar a un especialista para configurar una combinación óptima de los componentes.
En cuanto al transporte de las pantallas de bajo, hay que contar forzosamente con condiciones bastante más duras en comparación con las que plantean los más ligeros y transportables combos de bajo. Una grande y pesada pantalla de bajo naturalmente exigirá en consecuencia también un espacio importante en el coche o la furgoneta de la banda. ¡Pero ese sonido potente y sobrado de presión que brinda un buen sistema de pantalla de bajo compensa después sobre el escenario!
Aunque la mayoría de pantallas de bajo hoy en día montan altavoces de neodimio algo más ligeros, el peso de estas cabinas pronto asciende al subirlo a la balanza. El transporte sin la ayuda de una segunda mano se convierte, en el más amplio sentido de la expresión, en una gran carga. Por eso es importante prestar atención a que la cabina tenga robustas y suficientes asas metálicas que permitan asirla con seguridad, evitando riesgos para las manos u otras partes del cuerpo en las situaciones de transporte.
Al que no le amilanen los esfuerzos en el transporte, le resultará siempre sensacional por ejemplo una cabina de 8x10 de casi la altura de un armario (y que necesitará de un potente amplificador para alimentarse). La presión de graves de tamaña monstruosidad, dicho gráficamente, es comparable con la bola de demolición de una grúa de derribos; ¡quedan garantizadas las miradas temerosas y el máximo respeto de todos los componentes de la banda!
Pero naturalmente no hay que comenzar directamente con lo máximo: La configuración de pantalla más popular es la 4x10 (es decir, cuatro altavoces de 10 pulgadas integrados en la cabina). A lo largo de los años esta configuración se ha ido estableciendo como el estándar mundial absoluto en todos los estilos desde Pop/Rock pasando por R’n’B, Hiphop, Soul, Funk hasta el Metal. El motivo de esto: Los altavoces de 10 pulgadas son capaces de afrontar con desenvoltura técnicas de interpretación modernas y sonidos con mucho ataque (por ejemplo el Slapping), y gracias a la combinación de cuatro la señal del bajo conserva presión suficiente para cubrir prácticamente cualquier banda.
Para la mayoría de rangos de aplicación un ejemplar de este tipo suele ser más que suficiente. Pero quien necesite algo más de „Wumms“, tiene la opción de recurrir a una cabina adicional. Las pantallas complementarias de las 4x10-Box más populares son o bien otra 4x10 o bien una 1x15, que con su gigantesca superficie de membrana puede actuar de soporte óptimo para los 10 pulgadas con una porción de ultragrave considerable.
Las cabinas con un 15 pulgadas que trabajan de forma autónoma (Standalone) son más bien raras de encontrar. El motivo es que para la mayoría de los bajistas este tipo de altavoces enfatiza demasiado la parte más baja de graves, además de que muchos altavoces de 15 pulgadas se muestran algo perezosos a la hora de interpretar técnicas como por ejemplo el Slapping.
Pero las excepciones confirman las reglas: En estilísticas como el Reggae, en la que los sonidos cargados de graves y ultragraves son cotidianos, algunos bajistas optan a conciencia por pantallas de 15 pulgadas, renunciando a la parte de frecuencias más alta que dominan los altavoces más pequeños.
En comparación son también raras las pantallas con dos o cuatro 12 pulgadas en modo Standalone. Y realmente es una pena además de incomprensible, porque por su naturaleza ofrecen un buen compromiso entre la repuesta rápida de los 10 pulgadas y la sana entrega de graves de los 15 pulgadas. Además normalmente proyectan un rango de medios bueno y con carácter que dependiendo del contexto de la banda se deja oír muy bien. ¡Una buena recomendación confidencial que definitivamente debería probarse si se tiene la oportunidad!
Para proporcionar en todos los rangos un espectro de frecuencias equilibrado, la mayoría de las pantallas modernas incorporan un pequeño Tweeter (también llamado Horn, trompeta, altavoz o difusor de agudos), que se encarga de la reproducción de la parte más aguda de frecuencias. Teniendo en cuenta que los gustos de los bajistas acerca de cuanta cantidad de agudos se necesita para su sonido de bajo difieren en mucho, es una buena opción cuando el Tweeter tiene la posibilidad de regularse por medio de un potenciómetro. Si solo presenta un conmutador „On/Off“, se perderán desde el principio algunas buenas nuancias sonoras.
Ya hemos comentado acerca de las buenas y cómodas asas. Además los altavoces deberían estar protegidos por una rejilla de metal de seguridad sólida y estable atornillada al chasis de la pantalla, de manera que no vibre. También las superficies y las esquinas del recinto deberían estar protegidas contra golpes o impactos, bien con revestimientos metálicos, o incluso mejor con esquinas de apilado de plástico duro. Las cabinas con estas esquinas especiales permiten apilar otras cabinas sobre ellas de forma sencilla y estable.